HOMENAJE AL PROFESOR JAVIER GÓMEZ NAVARRETE, HONOR A QUIEN HONOR MERECE

29 de septiembre de 2009

He persistido en la aproximación de la dicha y
en la privanza del pesar.
He atravesado el mar.
He conocido muchas tierras; he visto una mujer
y dos o tres hombres.

Jorge Luis Borges

A paso lento, con la mirada siempre transparente y como dejando arena blanca en su andar, Javier Gómez Navarrete subió al estrado, cogió sus lentes para agudizar la vista y con la palabra de su lado se dirigió a los presentes en la lengua madreceiba, su elocución llenó el auditorio del Museo de la Cultura Maya, donde se le rindió un merecido homenaje.

La pasmada voz de quien escribiera la novela histórica Cecilio Chi´, fue acariciando el tiempo hasta mencionar a su gente cercana, la importante, para culminar con el siempre y no suficiente aplauso. Ahí estaban todos sus amigos y por supuesto los familiares, amen de los funcionarios, estudiantes, profesores, niños, escritores, reporteros, fotógrafos... misceláneo el respetable. El evento programó poesía, música, video y, al final, deliciosa comida regional.

Se reconoció al maestro Gómez Navarrete como un hombre de bien, un docente responsable y un escritor preocupado por sus raíces: en la docencia al crear un método para el aprendizaje de la lengua maya, titulado Maaya junp´éel, y en literatura por el cultivo de la poesía y la narrativa. "El maestro es un hombre universal, es un hombre que se ha atrevido como pocos a escuchar el rumor del tiempo para saber cómo decir las cosas, para saber nombrarlas", menciono el Dr. José Luis Pech Várguez, rector de la Universidad de Quintana Roo, casa intelectual del homenajeado.

En su elocución, el maestro Javier España, su amigo, reconocía a un hombre. "El secreto de reconocerse en la palabra está en el espejo-laguna de su estirpe, en la danza celebratoria del fuego más humano que conjura su pasión de existir ente la presencia del silencio sabio".

Todos salieron satisfechos, cada discurso coincidió con el pensamiento de los ahí presentes, quienes no dejaban de lanzar flores en forma de aplausos.

La representación del gobierno en turno estuvo a cargo de la secretaria de Gobierno, Cora Amalia Castilla Madrid; de la Secretaría de Cultura su titular, Manuel Valencia Cardín; de igual forma, en su carácter de funcionario de cultura, Margarito Molina.

El escritor de Historias Mágicas del Mayab y el poemario In lu'um, Mi tierra, se dejó querer con la paciencia de la Ceiba que observa y domina el tiempo, con la pasividad de la extensión de los campos de maíz acariciados por los buenos vientos del sur.

Al fin, Javier Gómez Navarrete sereno y pensativo, alegre por dentro, recibió el reconocimiento de la sociedad.
Después de una larga temporada de siembra la buena cosecha, la bonanza, porque hablar del maestro Javier es también hablar de su obra, la cual no requiere explicación ya que habla por sí misma, desde su vocación de fuego milenario.