El hanal pixan, al igual que el día de muertos, es una tradición mexicana para recordar a aquellos que se adelantaron en el viaje sin retorno, mencionaron los estudiantes ganadores del concurso de altares y ofrendas que, año con año, organiza la Dirección de Bienestar Estudiantil, a través del Departamento de Cultura de la UQROO.
Para esta edición, realizada la noche del 30 de octubre de 2013, participaron 10 altares de estudiantes de distintos programas; cada altar se distinguió por su colorido y motivos mortuorios; en este sentido, el jurado, integrado por Antropóloga Mayti Yajaira Cahum (del INAH), Ema Dzul Salazar (del Municipio de OPB), Iván Interián y Guillermo Velázquez (ambos de la UQROO), calificaron originalidad, apego a la cultura, vestimenta y tema.
Los ganadores del concurso de altares fueron: Primer premio, el grupo de Guitarra Moderna; el segundo premio lo ganó el primer semestre de Sistemas Comerciales; y el tercer lugar se dividió entre los grupos de Derecho de primer semestre, turnos matutino y vespertino.
Por su parte, de los 12 textos del concurso de calaveritas en verso, el jurado: Daniel Vargas, Marín Ramos y Raciel Manríquez, consideraron que los ganadores fueron: Andrea Loría Sala, estudiante de Sistemas Comerciales, primer lugar; Citlalli Zumarán, Maestra de Formación Lectora de la UQROO, segundo sitio; y en tercer lugar, Rubí Medina, alumna de Lengua Inglesa.
Cabe hacer mención que en la cultura maya la muerte no significa el fin de la vida, sino el paso de un mundo a otro, señalizado con ritos muy concretos. Normalmente, la gente del pueblo era enterrada, hecho que le daba tiempo al difunto para prepararse para lo que le esperaba. Los guerreros muertos en combate, las víctimas de guerra o las mujeres muertas de parto se ganaban el cielo sin pasar por Xibalbá.
Los mayas celebraban numerosos ritos para preparar al difunto para que su viaje fuera más llevadero. El enterramiento y rituales tenían su significado: los muertos se sepultaban en la tierra para fertilizarla. Esto equivale a otorgar a los difuntos un tipo de poder que los vivos no tienen.