Ponencia, ensayo y lectura poética, palabras con las cuales se recordó al escritor e intelectual Octavio Paz, en la biblioteca Santiago Pacheco Cruz de la Universidad de Quintana Roo, este 22 de mayo de 2014.
Encabezado por la Rectora de la UQROO, Maestra Elina Coral Castilla, este homenaje contó con la participación de los profesores universitarios la Dra. Nuria Arranz, el Maestro Javier España, y el Maestro Ever Canul.
En su intervención, la Mtra. Elina Coral habló de la importancia de Octavio Paz para entender la identidad del mexicano y citó la obra "El laberinto de la soledad" como un referente para entender a México y lo mexicano; asimismo, comentó que pese a ser la obra de Paz una obra polémica es importante su lectura, y subrayó que el escritor, ensayista, intelectual, crítico y poeta "es una persona que ha dado muchas satisfacciones al país", refiriéndose, entre otras distinciones, al premio Nobel de literatura que la Academia sueca le otorgara en el año de 1990.
En el marco de su intervención, la Rectora leyó el poema de Paz "Primavera a la vista".
"Desde sus primeros encuentros con la poesía - dijo acerca de Octavio Paz, el poeta Javier España - su palabra descubre con auténtica luz el destino del decir poético, testimonio del hombre [...] Cada lector encuentra en Octavio Paz lo que requiere, su poesía se vuelve hacia todos los sentidos".
El Maestro España sentenció: "La vida continúa, y Paz escala vida, palabra de una voluntad cumplida en la trascendencia, para fortuna nuestra [...] nos queda el jardín de su universo donde nuestra permanencia cifra la existencia del poeta..."
En su momento, la Dra. Nuria subrayó que la obra de Octavio Paz es de gran importancia para entender el México contemporáneo, asimismo hizo una semblanza biográfica del premio nobel de literatura, haciendo un símil con cuestiones familiares que marcaron a Octavio Paz yal colombiano Gabriel Garcia Marquez el otro nobel de literatura.
Octavio Paz - dijo la Dra. Arranz - ingresó en el Servicio Exterior Mexicano en 1944, y en el año de 1968 renuncio siendo Embajador en la India, como protesta por la masacre de Tlatelolco en México. Ahondó en las obras de Posdata, el Ogro Filantrópico, Tiempo nublado (sobre el problema de la guerra fría), y Pequeñas crónicas de grandes días (sobre la caída de la extinta Unión Soviética).
Se centró en el estudio del pensamiento en cuestiones de política internacional de Octavio Paz y enfatizó cómo éste se adelanto a otros pensadores como Francis Fukuyama, que veían inminente la caída de la extinta Unión Soviética y la creación de un nuevo orden mundial.
Habló del Paz polémico que en los años ochenta se presento en televisión y de que había sido sujeto de muchas críticas así como expresiones de rechazo por parte de sectores de la izquierda mexicana, pero, dijo, "Paz era más grande que sus detractores y desde mi punto de vista es válida la utilización de los medios de comunicación pues de otra forma el gran público no lo hubiese conocido".
Comentó que con el otro premio nobel de México, Alfonso García robles (en este caso de la Paz) ambos son egresados de la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional y que no es casual que dos de los tres nóbeles de México sean egresados de esta Universidad, pues en la época que ambos estudiaron la carrera de Derecho la citada Escuela de Jurisprudencia contaba con una tradición intelectual y humanista de primer nivel.
Términó parafaseando el lema de Vasconselos, pero adaptándolo y dijo: "Por mi raza hablará Octavio Paz".
En su oportunidad, el Maestro Ever Canul leyó algunos textos poéticos del escritor y premio nobel de literatura; y habló de la importancia de Octavio Paz en el contexto de su visión hacia lo mexicano, de su visión - ya en un contexto actual - intercultural, pues, dijo, "Paz tenía en su palabra a un México integrado por el matiz de culturas originarias".