Las habilidades de los estudiantes varían en cada generación, entrevista con el Dr. Martín Ramos Díaz, profesor fundador

Las habilidades de los estudiantes varían en cada generación, entrevista con el Dr. Martín Ramos Díaz, profesor fundador

Las habilidades de los estudiantes varían en cada generación, entrevista con el Dr. Martín Ramos Díaz, profesor fundador
En la entrevista, el Dr Martín Ramos destacó que "la creatividad es una energía que se pasea por los campus universitarios. No olvidemos que una importante porción del talento humano de la sociedad llega en forma de chicos y chicas a las instituciones de educación superior".
En la entrevista, el Dr Martín Ramos destacó que "la creatividad es una energía que se pasea por los campus universitarios. No olvidemos que una importante porción del talento humano de la sociedad llega en forma de chicos y chicas a las instituciones de educación superior".
Profesor Investigador de tiempo completo y pionero de la Universidad de Quintana Roo
  • 02 de junio del 2016
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La Universidad de Quintana Roo cumple 25 años, en este contexto entrevistamos a sus principales actores. Uno de ellos, es el Dr. Martín Ramos Díaz, quien tiene una gran trayectoria como investigador, incluso, su libro: La diáspora de los letrados, fue la primera obra editada por la UQROO. Aquí sus palabras y su visión de las generaciones universitarias. 

Como maestro fundador, ¿cómo ha visto las habilidades de las diferentes generaciones?

Las habilidades de los estudiantes varían en cada generación. Son distintas con cada promoción que ingresa a nuestra casa de estudios.  Conocí  a la primera generación de estudiantes de la Uqroo en 1992. Fue una generación esmeradamente cuidada por la autoridad universitaria. Aquella generación cursó un propedéutico extendido, de casi un semestre (los últimos meses de 1991), con  profesores  exigentes y altamente especializados. 

Fue un experimento muy intenso para todos: para los doctores-investigadores que no acostumbraban  a ofrecer cotidianamente clases a pre-universitarios. Para pre-universitarios que se esforzaban por cumplir las exigentes tareas de los docentes que tenían enfrente.  Los ejes de ese curso propedéutico fueron matemáticas, lenguaje, historia contemporánea, lógica, cultura regional, idioma extranjero, economía y ciencias básicas.  Ese dilatado curso pre-universitario  fue como un semestre cero, un recurso que las universidades modernas usan para entrenar  a los estudiantes en las tareas fundamentales de la futura  vida universitaria que les espera. El curso propedéutico largo también resultó muy útil en la consolidación de vocaciones profesionales, porque a lo largo de los meses el propio estudiante descubre su real inclinación a las ciencias sociales, a las Ingenierías, a las humanidades, al deporte o las áreas artísticas.

El asunto es que en 1992 me entregaron, en la asignatura de Lenguaje, a una parte de esa generación.  El curso a mi cargo fluyó debido al intenso trabajo que hicieron los profesores del propedéutico largo. Y por supuesto mi curso de Comunicación escrita con ellos fue sencillo de conducir porque fueron una generación atípica en edad y procedencia,  ansiosa de la apertura de la primera universidad pública en la entidad.

Entonces, para responder a tu pregunta basado en lo que varios profesores hemos visto en la UQRoo,  te puedo decir que sí institucionalmente  nos esmeramos en desarrollar las habilidades fundamentales de la vida universitaria en un propedéutico largo y bien cuidado, con los mejores profesores de la institución, tendremos generaciones con menos problemas en el dominio de habilidades académicas y de crisis vocacionales que las que ahora enfrentamos.   Nunca más volvimos a repetir el experimento de la primera generación, quizá ahora, 25 años después, es tiempo de replantearnos el semestre cero, el pre-universitario extenso, bien planeado, bien impartido, bien evaluado, bien cuidado.

¿Cómo ve a los estudiantes en el área creativa, en el contexto de Humanidades? 

La creatividad es una energía que se pasea por los campus universitarios. No olvidemos que una importante porción del talento humano  de la sociedad llega en forma de chicos y chicas a las instituciones de educación superior.  Para mí y para otros profesores la discusión relevante es cómo incentivamos y hacemos socialmente productiva la creatividad.  Porque sin decirlo, los pobladores de las comunidades del Río Hondo o los vecinos del municipio de José María Morelos demandan fórmulas creativas de mejor distribución de la riqueza.  Porque sin enunciarlo, los campesinos de la región maya demandan mayor creatividad en los planes locales de producción agroforestal, de generación de empleo y de salud que les permita permanecer en sus comunidades sin necesidad de desplazarse a las zonas turísticas para emplearse en las posiciones menos calificadas de la industria turística.

En las artes, la creatividad ha llegado lejos. La tecnología moderna no estaría en el centro de nuestras vidas sin la creatividad que la hizo posible. Lo que es difícil de entender  es  ¿por qué la creatividad en nuevas formas de convivencia humana no ha inundado el campo social, como lo hizo ya con la tecnología?. Pienso que la creatividad de los estudiantes de Humanidades  podría encontrar muchos retos en el campo social. La búsqueda de nuevas y mejores  formas de convivencia humana es un área vastísimo en la que cabe la creatividad de todas las disciplinas.

¿Cómo ve la proyección de la UQRoo?

A la UQRoo le espera un largo camino por recorrer. Cinco lustros son muy poco frente a los siglos de tradición de la educación superior en las entidades vecinas como lo son Yucatán y Campeche. Tarde o temprano la UQRoo encontrará su propio camino. Pero ahora los retos del futuro ya están aquí, en nuestros distintos campus universitarios. ¡Larga y fructífera vida a la UQRoo!.

Martín Ramos Díaz (1962, Tula, Hidalgo) es licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma del Estado de México (1981-1985) y doctor en Letras Modernas por la Universidad Iberoamericana (1987-1991).

Fue profesor en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (1986), en la Universidad Autónoma del Estado de México (1987-1992) y, actualmente, en la Universidad de Quintana Roo (1992-2012). También ha sido profesor visitante en Tamkang University (Taiwan, 1997), Tulane University (Estados Unidos, 2001) y Universidade Federal do Paraná (Brasil, 2011).

Es autor de una docena de artículos académicos publicados en revistas indizadas, ha publicado media docena de libros como autor individual y ha colaborado en otros seis como autor de capítulo. Los temas que trabaja se inscriben en tres disciplinas clásicas de las Humanidades: literatura, historia  y filosofía.

Durante más de tres lustros ha pertenecido de manera ininterrumpida al Sistema Nacional de Investigadores (1994-2012) y ha sido partícipe de media docena de proyectos académicos financiados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.