CONVIVENCIA DEPORTIVA DE LAS UNIDADES ACADéMICAS CHETUMAL Y COZUMEL

01 de septiembre de 2010

Con el mensaje de bienvenida del rector de la Universidad de Quintana Roo, Dr. José Luis Pech Várguez, arrancó el segundo encuentro de convivencia entre las unidades académicas de Chetumal y Cozumel, realizado el 27, 28 y 29 de agosto del 2010, en la bella isla de las golondrinas.
En medio de un ambiente cordial y acompañado de la coordinadora de la Unidad Académica de Cozumel, Erika Leticia Alonso Flores; el director de la División de Desarrollo Sustentable, Alejandro Alvarado Herrera; el Presidente del COLACAD, Alfredo Tapia Carreto; el Rector destacó que este tipo de convivencias se deben realizar con el mejor de los ánimos y periódicamente.
Por ello - agregó el Dr. José Luis Pech Várguez -, antes de que finalice al año, el campus Chetumal podría recibir la visita de administrativos y docentes de ambas unidades académicas, Cozumel y Playa del Carmen.
El evento inició con el partido de futbol, un verdadero choque de titanes pues ambas escuadras se cansaron de llegar a la portería contraria sin fructificar sus intentos; sin embargo, y en medio de un calor sofocante, el equipo chetumaleño maquinó una llegada que, tras un tiro potente, fue bloqueada con el antebrazo del profesor de aerobics cozumeleño, quien se aventó heroicamente para evitar el tanto... pero bajo el criterio arbitral: no fue penal.
Minutos después los compañeros de Cozumel marcaban el único tanto del encuentro. Antes de finalizar el partido, los Chetumaleños tuvieron una jugada que vislumbraba la posibilidad de gol, sin embargo, el cancerbero de la isla achicó rápido y preciso para evitar la igualada... todo se fue en suspiros y bocanadas que pedían agua y sombra.
El segundo encuentro, de basquetbol, fue una ráfaga de emociones, los compañeros y compañeras de Chetumal iban arriba pero, tras el tercer cuarto, los isleños dieron muestra de dos armas secretas, quienes se encargaron de remontar el marcador. Cozumel arrasaba...
En volibol, Chetumal dio muestra de poderío, cada saque y remate fue preciso. Las porras se volcaron hacía la cancha con verdadero espíritu de apoyo, ¡Muy bien equipo! ¡Venga muchachas! ¡Vamos, ustedes pueden! ¡Con todo UQROO, con todo!, gritaban.
Hubo taquiza, alegría, solidaridad, y en general se cumplió con uno de los objetivos principales: la integración en medio de un ambiente jovial, de compañerismo, sol, arena y mar.