El libro medieval, entre el mundo oral y escrito

El libro medieval, entre el mundo oral y escrito

El libro medieval, entre el mundo oral y escrito
La Maestra en Letras Españolas y Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó que la contemplación de los figuras y relieves en los grabados de plazas públicas y templos son las primeras lecturas accesibles para todo público en la época medieval.
La Maestra en Letras Españolas y Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó que la contemplación de los figuras y relieves en los grabados de plazas públicas y templos son las primeras lecturas accesibles para todo público en la época medieval.
- Dicta conferencia la Mtra. Carmen Elena Armijo Canto, en la Universidad de Quintana Roo
  • 14 de noviembre del 2017
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La Mtra. Carmen Elena Armijo Canto invitó a los alumnos de la Universidad de Quintana Roo a desarrollar una mayor contemplación de las cosas para asimilarlas, porque al obtener con ello un sentido de propiedad percibirán el entorno que les rodea y podrán reflexionar sobre ellas y podrán no solo difundirlas, sino también transmitirlas con lo cual las hacen perdurar y trascender.

Al ofrecer la conferencia “El libro medieval, entre el mundo oral y escrito”, en el Aula Magna II de la Universidad de Quintana Roo, la Maestra en Letras Españolas y Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó que la contemplación de los figuras y relieves en los grabados de plazas públicas y templos son las primeras lecturas accesibles para todo público en esa época, que se hicieron populares por la contemplación con la que se observaban y después eran contadas las historias esculpidas.

Dijo que los libros de la edad media los editaban principalmente los clérigos para la difusión de los sucesos relacionados a la vida del monarca, y adornaban aspectos de ese tiempo con imágenes para acercar a un público muy corto casi siempre de acaudalados personajes que podían pagar por esos textos y que por ser muy pocos, eran escasos los que se enteraban, por ello tuvieron singular éxito, los trovadores y juglares que divulgaban aconteceres que se quedaban grabados en relieves donde se concentraba el pueblo, que por lo regular eran las plazas y los templos.

De este modo a los juglares y clérigos les correspondió ser los difusores de su tiempo, de boca en boca transmitían a sus escuchas de los detalles, se apropiaron del entorno y lograron transmitir los hechos, un ejercicio tan antiguo como contemporáneo que puede desarrollar todas las personas para trascender.

Esta conferencia fue coordinada por el Dr. Gustavo Alfaro Ramírez, jefe del Departamento de Humanidades de la División Ciencias Políticas y Humanidades de la UQRoo, como parte de las Jornadas por la Historia y la Filosofía, quien comentó que se trata de que los alumnos reflexionen en torno a la humanidad desde una perspectiva filosófica y este ejercicio contribuye a la formación de los estudiantes para desempeñarse en su futuro con una visión más analítica y humanista.