Como parte del proyecto sobre Biodiversidad Subterránea de México, el cual se desarrolla en el Laboratorio de Bioespeleología y Carcinología del plantel Cozumel de la Universidad de Quintana Roo, bajo la dirección del Dr. Luis M. Mejía-Ortiz, se monitorearon cenotes en los que se ha detectado la presencia del Remipedio Xibalbanus sp., el crustáceo más primitivo del mundo.

La pasante de Biología de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Monserrat Arriga Vélez, realiza un trabajo de tesis para lo cual monitorea las necesidades ecológicas del Remipedio Xibalbanus sp., que precisamente habita en las aguas más profundas de los cenotes de la Isla de Cozumel, tema central de su tesis de Licenciatura.

Los remipedios son una clase de crustáceos ciegos que viven en cuevas profundas de agua salada, en Australia, Mar Caribe, Océano Índico e Islas Canarias.

Derivado de la fragilidad de la especie y su ecosistema, el monitoreo se realiza con buceo autónomo scuba, sin extracción de organismos, con ayuda de un hidrolab, el cual registra las condiciones ambientales existentes en el cenote, así como sensores permanentes que reconocen los cambios de temperatura cada hora; mientras que cada 15 días se realizó el conteo de organismos en cada buceo, así como las mediciones más básicas morfológicas para conocer la estructura de la población y su dinámica a través del tiempo.

Los resultados preliminares ya muestran datos de la necesidad de conservación de la especie y de su entorno; conclusión que pronto será publicada en mayo del presente año como parte del proyecto de tesis.

Para la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), por ser lugares poco conocidos, (hasta hace relativamente 25 años), las cuevas no figuraban en los planes de conservación nacionales, aunque han existido intentos aislados para protegerlas.

En México, la Unión Mexicana de Agrupaciones Espeleológicas (UMAE) propuso en 1995 que se incluyeran las cavernas en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, lo cual fue aceptado y publicado en la Gaceta Ecológica (artículo 55) del Instituto Nacional de Ecología de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap).

Se han elaborado códigos de ética para visitar las cavernas y ya existen algunos libros sobre su manejo y explotación turística, pero falta aún mucho por hacer; por lo que trabajos, como los que realizan los investigadores del plantel Cozumel de la UQRoo y alumnos de licenciatura y posgrado de diferentes instituciones, son relevantes.

Los resultados con de suma importancia para el conocimiento y la preservación de estas especies milenarias, para lo cual, la sociedad juega un papel preponderante, al conocer el patrimonio natural que tenemos y que se debe proteger, antes de que sea demasiado tarde.

El Dr. Luis M. Mejía-Ortiz es profesor investigador de tiempo completo en el plantel Cozumel de la Universidad de Quintana Roo. Es doctor en Ciencias Marinas por la Universidad de Liverpool (Inglaterra). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y además, especialista en crustáceos de agua dulce y cavernas.