En el marco de la conmemoración del “Día mundial de la lucha contra el cáncer de mama”, la División de Ciencias de la Salud de la Universidad de Quintana Roo realizó de forma virtual la Jornada de la lucha de la mujer contra el Cáncer de mama, con la intención de hacer notar que se debe estar vigilantes y conscientes de la detección temprana de esta enfermedad para evitar consecuencias funestas.

Con la presencia de autoridades universitarias, docentes, administrativos y alumnos de las Licenciaturas en Enfermería, Farmacia y Medicina, se recordó la importancia de la prevención constante y a tiempo de dicha enfermedad, cuya incidencia está aumentando en el mundo, por lo que la detección precoz con vistas a mejorar el pronóstico y la supervivencia de esos casos sigue siendo la piedra angular para tratamiento de este mal.

Este año la División de Ciencias de la Salud contó con el valioso testimonio de vida de la Sra. María Victoria Aguilar de la Cruz, cuyo objetivo principal es incentivar a las mujeres a autoexplorarse, quererse y cuidarse en la prevención de esta enfermedad.

De igual forma se impartieron dos importantes conferencias; “Seguridad del paciente ante la medicación oncológica” a cargo de la Maestra en Farmacia Oncológica y fundadora de la Asociación Mexicana de Farmacéuticos en Oncología y Hematología, Sandra Palacios García y la conferencia “Biomedicina ambiental traslacional y Cáncer de mama: de la investigación básica a sus aplicaciones clínicas” por parte del Dr. Jorge Morales Montor, Investigador Titular C del Departamento de Inmunología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.

En México y a nivel internacional, el 19 de octubre se conmemora como el “Día mundial de la lucha contra el cáncer de mama”. El papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha sido fundamental para fomentar los programas integrales de lucha contra el cáncer de mama como parte de los planes contra este padecimiento.

Durante el año 2020 se diagnosticó cáncer de mama a 2.3 millones de mujeres, y 685,000 fallecieron por esa enfermedad a nivel mundial. A fines del mismo año, 7.8 millones de mujeres a las que en los anteriores cinco años se les había diagnosticado cáncer de mama seguían con vida, lo que hace que este padecimiento sea el de mayor prevalencia en el mundo.

A nivel mundial se estima que los años de vida perdidos ajustados en función de la discapacidad (AVAD) en mujeres con cáncer de mama superan a los de cualquier otro tipo de cáncer. El cáncer de mama afecta a las mujeres de cualquier edad después de la pubertad en todos los países del mundo, pero las tasas aumentan en su vida adulta.

La mitad de los casos de cáncer de mama corresponden a mujeres sin ningún factor de riesgo identificable, a excepción del género (mujer) y la edad (más de 40 años).

Algunos factores aumentan el riesgo de padecer esa enfermedad, como son el envejecimiento, la obesidad, el consumo perjudicial de alcohol, los antecedentes familiares de cáncer de mama, el historial de exposición a radiación, el historial reproductivo (como la edad de inicio de los períodos menstruales y la edad al primer embarazo), el consumo de tabaco y la terapia hormonal posterior a la menopausia.

El cáncer de mama se presenta más frecuentemente como un nódulo o engrosamiento indoloro en el pecho. Es importante que las mujeres que detecten una hinchazón anormal en el seno acudan a un profesional de la salud sin demorarse más de 1-2 meses, aunque no sientan ningún dolor asociado al nódulo. Solicitar atención médica al primer signo de un posible síntoma contribuye a un mayor éxito del tratamiento.

El objetivo de la Iniciativa Mundial contra el Cáncer de Mama, de la OMS, es reducir en un 2,5% anual la mortalidad mundial por esa enfermedad, con lo cual entre 2020 y 2040 se evitarían 2,5 millones de muertes a nivel mundial. Los tres pilares para alcanzar dicha meta son: la promoción de la salud para una detección precoz; el diagnóstico oportuno; y la gestión integral del cáncer de mama.

Si se imparte educación sobre salud pública a las mujeres para mejorar su conocimiento de los signos y síntomas del cáncer de mama y para que, juntamente con sus familias, entiendan la importancia de la detección y el tratamiento precoces, serían más numerosas las mujeres que acudirían a los profesionales de la salud cuando comenzaran a sospechar que tienen cáncer de mama y antes de que progresara cualquier cáncer ya presente.

La educación sobre salud pública debe combinarse con la educación de los trabajadores de la salud sobre los signos y síntomas del cáncer de mama inicial de modo que, cuando proceda, se derive a las mujeres a los servicios de diagnóstico.

Los conocimientos actuales sobre las causas del Cáncer de mama son insuficientes, por lo que la detección temprana sigue siendo la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad ya que cuando se detecta precozmente, se establece un diagnóstico adecuado y se dispone del tratamiento, por lo que las posibilidades de curación son elevadas.

La lucha es fuerte porque cada 30 segundos en algún lugar del mundo se diagnostica un cáncer de mama y es por ello por lo que la División de Ciencias de la Salud promueve acciones de concientización y conciencia de prevención de la lucha contra esta enfermedad de impacto mundial.

Entre las autoridades se contó con la Dra. Karina Amador Soriano, Secretaria General de la UQRoo; la Dra. María de Lourdes Rojas Armadillo, Directora de la División de Ciencias de la Salud; la Mtra. María Isabel Méndez Domínguez, Jefa del Departamento de Ciencias de Enfermería; Dr. Saúl David Badillo Perry, Jefe del Departamento de Ciencias Médicas; la Dra. Laura del Carmen Sánchez García, Jefa del Departamento de Ciencias Farmacéuticas y el Mtro. Hugo Panting Villalobos, Secretario de Investigación y Extensión de la DCS-UQRoo.