El turismo de masas ha traído severos daños a las zonas arqueológicas y también han dejado beneficios directos a la economía de los habitantes y gobiernos de las áreas colindantes apuntó durante la conferencia magistral de inicio del Seminario de Posgrados de la División de Desarrollo Sustentable, el Dr. Fernando Enseñat Soberanis, investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán quien se pronunció por la búsqueda de estrategias que mitiguen este impacto.

El también egresado del Doctorado en Desarrollo Sostenible en la Universidad de Quintana Roo, destacó que desde 1980 el turismo de masas a zonas arqueológicas, cenotes y áreas naturales ha tenido un incremento exponencial; ello ha provocado daños a la infraestructura de monumentos históricos, e incluso creado impactos ecológicos en las zonas, por lo que, desde hace años, se dedica a medirlos sin perder de vista la experiencia del visitante.

Pese a estos daños, el turismo de masas ha dejado en las áreas de influencia de las zonas arqueológicas una enorme derrama, sobre todo en las que son operadas por ejidatarios y organizaciones; dando como ejemplo la zona de Cobá, donde la propiedad de la tierra es de los comuneros, quienes tienen las concesiones del paradero turístico, de la venta de artesanías, del estacionamiento y las bicicletas que hay dentro de la zona.

Ante este panorama sugirió elaborar planes de mitigación, entre las que señaló la redistribución, pues si se miden por hora los accesos a los monumentos históricos, puede verse que hay tiempos en las que hay un pico elevado y en las que desciende, por lo que podrían hacerse segmentaciones a lo largo del día y con ello se distribuya de mejor manera las cargas de visitantes. De igual forma señaló que puede haber estrategias interpretativas.

Sobre su paso por el doctorado y recomendaciones a los tesistas, destacó que es muy importante hacer el estado del arte; es decir, buscar los vacíos en la literatura científica existente para “buscar el hueco” que requiere ser estudiado, además de señalarles que ningún proceso de investigación es lineal, por lo que no se deben apresurarse en obtener los resultados sino darle forma a cada parte de la investigación.

Además de recomendarles el publicar en revistas antes de terminar la maestría o el doctorado, ya que ello permitirá ir afinando los temas y les ayuda a ser puntuales con los objetivos de la investigación.

En cuanto al seminario de posgrados, que fue inaugurado por las doctoras Natalia Fiorentini Cañedo y Lucinda Arroyo Arcos, coordinadora de la Unidad Académica Zona Norte y directora de la División de Desarrollo Sustentable (DDS), respectivamente; el primer día el trabajo se dividió en tres salas temáticas: Turismo y ocio (cuatro trabajos de doctorado en Desarrollo Sostenible y dos de la maestría en Gestión Sustentable del Turismo).

La segunda mesa fue Biodiversidad y Recursos naturales (con siete trabajos de estudiantes de la maestría en Ciencias Marinas y Costeras), y la tercera fue Desarrollo Sostenible (con tres trabajos de la maestría de Ciencias Marinas y Costeras, uno de la maestría en Gestión Sustentable del Turismo y dos del doctorado en Desarrollo Sostenible).

Para el segundo día la actividad sólo se dividió en las salas de Desarrollo Sustentable (presentando el trabajo de dos egresados quienes cursaron tanto la MGST y el Doctorado en Desarrollo Sostenible, así como cuatro estudiantes de la MGST y tres del Doctorado) y la segunda fue Biodiversidad y recursos naturales (donde se presentaron cinco trabajos de investigación del doctorado en Desarrollo Sostenible y dos de la Maestría en Ciencias Marinas y Costeras).

Es importante señalar que la mayoría de la investigación que se realiza en los tres programas de posgrado en la DDS son sobre temas locales, y en menor parte nacionales; sin embargo, son un ejemplo del trabajo de investigación que se desarrolla en la Universidad de Quintana Roo en la generación de nuevo conocimiento, una de las funciones sustantivas.