Quemas agrícolas y monocultivo liberan carbono, favoreciendo efecto invernadero

Quemas agrícolas y monocultivo liberan carbono, favoreciendo efecto invernadero

Quemas agrícolas y monocultivo liberan carbono, favoreciendo efecto invernadero
La Dra. Patricia Fragoso Servón presenta avances de investigación, en donde destaca la pérdida de carbono orgánico en zonas de siembra, en gran medida por los monocultivos
La Dra. Patricia Fragoso Servón presenta avances de investigación, en donde destaca la pérdida de carbono orgánico en zonas de siembra, en gran medida por los monocultivos
Estudio en suelos de la zona sur de Quintana Roo se demuestra que se está perdiendo carbono orgánico del suelo.
  • 30 de marzo del 2022
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Con la agricultura estamos perdiendo el carbono orgánico del suelo, fuente de nutrientes para las plantas, el cual se está liberando en lugar de almacenar en el suelo, lo que favorecería al efecto invernadero, destacó la Dra. Patricia Fregoso Servón, profesora investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo, al presentar avances de la investigación Cambios en el contenido de carbono por efecto de monocultivo intensivo en suelos Gleysols del sur de Quintana Roo.

En el marco del Seminario Permanente de Investigación de la División de Desarrollo Sustentable, la investigadora universitaria mencionó que el área de estudio que se delimitó para su investigación fue la zona sur del municipio de Othón P. Blanco, Quintana Roo, conformada por planicies con algunos acolinamientos y lomeríos, con un clima cálido subhúmedo, con una temperatura anual de 26.7ºC y una precipitación anual promedio de 1307 milímetros, eligiéndose zonas con vegetación natural así como zonas con cultivo de caña de al menos 10 años de producción, sobre suelos Gleysol.

Los suelos Gleysol son suelos saturados de agua subterránea por periodos largos para desarrollar condiciones reductoras que resultan en propiedades gléyicas, los cuales desarrollan color gris-azulado.

Para esta investigación, explicó la Dra. Fregoso Servón, se realizaron técnicas de edafología para evaluar, estudiar y comparar los suelos y determinar su composición, lo que se determinó por medio de pozos de 30 centímetros de profundidad, que es la zona del suelo donde se encuentran mejor conservadas las coberturas vegetales o los restos agrícolas, que permiten el análisis de las cantidades de carbono retenido.

Con el análisis de lo encontrado en estos pozos se determinó que en Quintana Roo los Leptosoles y Gleysoles son los suelos que presentaron mayor variabilidad en el contenido del carbono, lo que puede indicar que los factores que están afectando en mayor medida a los contenidos de carbono en el suelo son el tipo de vegetación y el clima (sobre todo la precipitación y la temperatura).

La investigadora de la División de Desarrollo Sustentable concluyó que los suelos analizados (Gleysols) presentan texturas arcillosas, franco arcillosas y franco arenosas, los cuales presentan el mismo patrón de color, estructura y densidad entre las diferentes vegetaciones; sin embargo, los que tiene vegetación tiene valores más altos en porcentajes de arena, pH, y carbono en comparación con los suelos donde se cultiva sobre todo la caña de azúcar.

 En cuanto a la presencia de sales intercambiables, su presencia es menor en suelos cultivados, así como hay una mayor presencia de carbonos en las zonas de cultivo pos-quema que antes de la quema, en gran medida por la acumulación de carbono de la quema en la superficie.

Finalmente, la Dra. Patricia Fregoso expuso que los suelos Gleysoles que mantienen sus condiciones de inundación constante mantienen también sus valores de carbono más elevados, y al desecarse pierden carbono, por lo que es claro que, con la agricultura, estamos perdiendo carbono orgánico del suelo, fuente de nutrientes para las plantas, y que con las quemas se está liberando en vez de almacenarlo, lo que favorecería el efecto invernadero.