Oliver López Cauich, estudiante de Ingeniería Ambiental ganó el primer lugar del Concurso de Calaveritas Literarias con “Por mi agüita de curvato”
Chambeadora la Catrina
por sus dos largas tiradas
pues la tierra temblorina
le obligó aquellas jornadas
Pa´ olvidarse de esos ratos
se amarró bien los huaraches
y miró dónde hay curvatos
para hacerse un buen tepache
Con llaveros de Oaxaca
y unos huesos de camote
fue al Caribe la Calaca
a buscar más amigotes
En la UQROO se adentró
visitando a los colegas,
sólo alumnos encontró
pero nunca al estratega
La huesuda sonriente
por el campus caminaba
sorprendida de repente
cada ojo se le hinchaba
“¡¿Qué es esto?!”, ella gritaba
tal vez era una hepatitis
lo que no se imaginaba
es que tenía conjuntivitis
Arribó a la DCS
y pidió un remedio urgente
pero aunque la Muerte fuese
¡la enfermera es prepotente!
“¡Ya me voy!”—dijo la Flaca—
“por mi agüita de curvato,
pa´ el tepache y la resaca
y enfundar algún mulato”
El Segundo Lugar le correspondió a “La Catrina en el Boulevard”, de la alumna de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, Fryda Sánchez Vázquez
Hoy me encontré a la Catrina
Nadie me lo vino a contar
Me saludó desde una esquina
En una banca del boulevard.
Una selfie se tomaba
en la Fuente del Pescador
como el sol la iluminaba
la flaca tenía calor.
En la Fuente del Manatí
se quiso refrescar un rato
parecía un maniquí
posando para un retrato.
Pensaban que era modelo
y que estaba disfrazada
la calaca le tomó el pelo
a todo el que por ahí pasaba.
Le invitaban marquesita
y también sus machacados
muy cordiales con la visita
estaban todos encantados.
Caminó hasta la universidad
para mirar los altares
se admiró de la diversidad
de los deliciosos manjares.
Felicitó a los docentes
sin echarles tanto rollo
“con permiso” dijo a los presentes
mientras se comía un pibipollo.
“Adiós mis chetumaleños,
me han robado el corazón
si el estrés les quita el sueño
nos vemos en el panteón”.
El tercer lugar fue para el alumno de la Licenciatura en Derecho, Omar Emilio España Díaz, con “Amor Mortis”
Los estudiantes la vieron
en camino a Rectoría
importancia no le dieron,
pues humana parecía.
Tenía agendada su cita
con un arcángel sin alas
y en su rápida visita
actuaría por las malas.
Brinquitos estaba dando
ya que era su día final
la Catrina iba pensando
cómo acabar con el mortal.
Subió por las escaleras,
recorrió las oficinas.
encontró un par de tijeras:
las futuras asesinas.
Preguntó por aquel hombre
pero nadie contestaba
hasta que al fin vio su nombre
que sobre una placa estaba
Atravesó así la puerta
sin dar vueltas al asunto,
ahí fue cuando la muerta
supo que no habría difunto
Él se colocó sus lentes,
le dedicó una sonrisa,
mostrando sus blancos dientes,
se arregló la camisa.
Ya la había conquistado,
lo miró maravillada
estaba ya perdonado
por dejarla enamorada.