Lo que va a terminar con los machismos dentro del ejercicio del Congreso de la Ciudad de México, del Congreso del Quintana Roo, de la Cámara de Diputados, del Senado de la República, del Poder Judicial --donde urgen cambios radicales--, en las secretarías de estado, tiene que ver con el cambio cultural y la demanda social, afirmó la diputada por el Distrito XV de la Ciudad de México, Marcela Fuente Castillo. 

En el marco del conversatorio Perspectiva de género en el ámbito legislativo, organizado por el Colegio de Estudiantes y el alumnado de la Licenciatura en Gobierno y Gestión Pública del Campus Playa del Carmen de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo (UQROO), la diputada por la CDMX apuntó que sí o sí se requiere de un cambio cultural, una conquista de las conciencias para terminar con el machismo, pues de no darse, no puede pasar ninguna iniciativa de ley en ningún congreso, perpetuando lo que tanto nos oprime y lo que nos duele.  

Por más de hora y 45 minutos, las ponentes, la ya mencionada Marcela Fuente y la diputada federal por Quintana Roo, Anahí González, fueron moderadas por la directora general del Instituto Quintanarroense de la Juventud en Quintana Roo, Alma Alvarado, presentando lo que es la vida legislativa y cómo, como mujeres y como jóvenes, han trabajado en la presentación e impulso de iniciativas de ley para que la perspectiva de género, la equidad, el derecho a una vida libre de violencia para las mujeres sea reconocida y aplicada, sin lagunas ni espacios que den entrada a modificaciones que hagan retroceder los derechos y espacios ganados. 

Con un Aula Magna 1 del Campus Playa del Carmen abarrotada de jóvenes estudiantes tanto de Gobierno y Gestión Pública, como de la Licenciatura en Derecho, y con la presencia de los jefes de los programas educativos, docentes y de la coordinadora de la Unidad Académica Zona Norte, Dra. Natalia Fiorentini Cañedo, este conversatorio dio al estudiantado elementos de primera mano de lo que se realiza en materia legislativa en los ámbitos federales y locales, como son las iniciativas de la llamada Ley Malena, que propone penas más severas a la “violencia ácida”; las iniciativas para el freno de la Violencia Vicaria que padecen las mujeres, hijos e hijas;  la propuesta de modificación a la ley Olimpia que no sólo penalice la difusión de contenido íntimo sino que ahora también tipifique las extorsiones y chantajes con materiales sensibles; el aumento al presupuesto para los albergues de protección a las mujeres; la ley Ingrid, que busca se penalice a las autoridades que difundan materiales digitales o físicos con imágenes de víctimas. 

En las conclusiones, las dos diputadas externaron su satisfacción por lo que han desarrollado; en ambos casos, destacaron que sí ha habido muchísimos avances en materia legislativa, sin embargo, hay muchos retos, hay mucho que legislar todavía por las mujeres por las niñas con los niños por las adolescentes y por toda la ciudadanía en general en México.