Con la presentación de 32 trabajos de investigación académicos de España, México, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Cuba, Chile, Argentina e instituciones académicas y gubernamentales nacionales el 24 de noviembre se llevó a cabo el II Seminario Internacional Estado del Arte del Conocimiento Teórico-Práctico Contemporáneo sobre Resiliencia Comunitaria, Experiencias y Buenas Prácticas, en el campus Chetumal Bahía de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo (Uqroo).

El Dr. Dámaso Ramón Ponvert Delisles Batista, profesor de la Universidad de La Habana, Cuba, y coordinador de la Red Iberoamericana para la Formación de Comunidades Resilientes ante Riesgos y Desastres por Eventos Naturales Extremos (Riforedex), explicó que el objetivo del evento fue contribuir a analizar y discutir sobre lo que en materia de conocimiento a nivel teórico y práctico se produce en los países participantes para la resiliencia.

Precisó que los trabajos de investigación presentados son una oportunidad para fortalecer las capacidades y contribuir de manera más proactiva desde sus posiciones, así como a introducir y/o socializar estos conceptos y criterios de la práctica social puesto que en todos los países se observa cierta vulnerabilidad ante fenómenos naturales y reducir sus efectos es parte de los trabajos que dan forma a seminario de Riforedex.

En este encuentro se abordaron los ejes temáticos Teoría y práctica de la construcción de resiliencia en comunidades; Teoría y práctica de la construcción de resiliencia en ecosistemas naturales; Teoría y práctica de la construcción de resiliencia a escala social, cultural y económica; Teoría y práctica de la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres como ejes temáticos de la resiliencia, y Manifestaciones contemporáneas de la construcción de la resiliencia en cualquier ámbito.  En total se presentaron 32 trabajos de investigación.

También se llevaron a cabo dos mesas magistrales; en la primera se desarrollaron las conferencias “Innovaciones y Aprendizajes para transformar la crisis en resiliencia”, y “Gestión de riesgos y resiliencia en Othón P. Blanco”.

En tanto que en la segunda mesa magistral se presentaron los trabajos “Crítica de la noción de resiliencia en el campo de estudios de desastres”, y “La ciencia ciudadana como herramienta de resiliencia ambiental: el caso de Laguna Bacalar”. Al final de cada una de las presentaciones se llevó a cabo una sesión de preguntas y respuestas.

Como parte de los trabajos presentados el Dr. José Manuel Camacho Sanabria, y la Dra. Rosalía Chávez Alvarado, ambos catedráticos de la División de Ciencias, Ingeniería y Tecnología de la UQRoo, compartieron avances del proyecto de resiliencia comunitaria ante riesgos de inundaciones pluviales, un tema que toca de cerca a los habitantes de Chetumal.

Abordó el proyecto de reducción de riesgo de desastre, planeación y gestión territorial: “Definición de áreas locales críticas prioritarias por inundaciones pluviales (ALCPIPs) en el sector 1 de la ciudad de Chetumal”

El trabajo realizado en diversas colonias de Chetumal se ejecutó en estrecha colaboración con la comunidad, han recopilado datos críticos sobre áreas propensas a inundaciones y el nivel de agua resultante de eventos extremos como los huracanes Dean, Janet, Mitch y las inundaciones de los años 2012-2015 y 2022.

La resiliencia, definida como la capacidad de los conjuntos sociales e instituciones para enfrentar adversidades y recuperarse de ellas, es el objetivo principal del estudio. Se busca que los resultados sean un referente para la creación de políticas y estrategias que gestionen el riesgo de desastres por inundaciones en Chetumal y, por extensión, en otras ciudades costeras de Quintana Roo.

Este proyecto es un esfuerzo por cerrar esa brecha, comenzando con la colonia Proterritorio y expandiéndose a otras 20 colonias de Chetumal, con la meta de abarcar toda la ciudad y contribuir al atlas de riesgo local.

La metodología del proyecto es innovadora, proponiendo un análisis hidrográfico que no solo se centre en las zonas inundables, sino que aborde la gestión del agua desde la cuenca alta, con infraestructura que mitigue el flujo desde su origen. Este enfoque integral es crucial para una gestión de riesgo efectiva y para fundamentar decisiones informadas en cuanto a la infraestructura pluvial y sanitaria de la ciudad.

El estudio reveló la necesidad de evolucionar de la infraestructura gris tradicional de drenaje a un modelo que integre espacios verdes y otras soluciones de infraestructura natural para una mejor gestión de las inundaciones.

Este cambio de paradigma está en línea con las tendencias internacionales y se ha visto reforzado por la colaboración con redes como Riforedex. El trabajo realizado hasta ahora es un paso significativo en la dirección correcta, pero es claro que aún queda mucho por hacer. La ponencia concluyó con una visión optimista, pero realista, del camino a seguir, subrayando que la resiliencia comunitaria es una tarea de todos y para todos.