Alumna del Doctorado en Desarrollo Sostenible realiza estancia de investigación en el Instituto Smithsoniano

Alumna del Doctorado en Desarrollo Sostenible realiza estancia de investigación en el Instituto Smithsoniano

Alumna del Doctorado en Desarrollo Sostenible realiza estancia de investigación en el Instituto Smithsoniano
Por espacio de dos meses, Sarahi Jaime estudiará diferentes tipos de copépodos.
Por espacio de dos meses, Sarahi Jaime estudiará diferentes tipos de copépodos.
  • 10 de junio del 2024
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Constantemente en los medios de comunicación y redes especializadas sobre avances de la ciencia o la tecnología se escucha el nombre del Instituto Smithsoniano o Smithsonian, que es el complejo de museos, de educación e investigación más grande del mundo, donde –además de la investigación realizada por los museos— cuentan con instalaciones especializadas que abarcan estudios históricos, humanistas, científicos o tecnológicos sobre todo el mundo y, por si fuera poco, de los confines más lejanos del universo, a través de proyectos espaciales.

Es justamente en este gran centro de investigación, específicamente en el Museo de Historia Natural, en la ciudad de Washington, D.C., en donde la estudiante de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo (UQRoo), Sarahi Jaime, del Doctorado en Desarrollo Sostenible, que se imparte en el Campus Cozumel, realiza por dos meses una estancia de investigación.

Sarahi, alumna quien ha hecho toda su trayectoria académica en UQRoo Cozumel (licenciatura en Manejo de Recursos Naturales, maestría en Ciencias Marinas y Costeras y ahora el doctorado en Desarrollo Sostenible) concursó para hacer una estancia de investigación en el Instituto Smithsoniano, donde logró obtener este beneficio, el cual es por dos meses; sin embargo, en entrevista confiesa que hubiera sido mejor pedir seis meses, ya que hay mucho por trabajar.

A Sara, como le gusta que le digan, quien todos los días llega al Campus Universitario montada en su bicicleta, los pequeños organismos que viven en las aguas epicontinentales le han sido fascinantes, sobre todo el zooplancton y, en específico, los copépodos, que son una clase de crustáceos​ de pequeño tamaño, muy extendidos por todo el planeta, y que son muy comunes en los cuerpos de agua característicos de la península de Yucatán: los cenotes.

Estudiosa del zooplancton y específicamente de los copépodos, en el Internet localizó una convocatoria del Instituto Smithsoniano para estancias de investigación, por lo que armó un proyecto de investigación y decidió concursar, siendo aceptada para esta distinción, en un proceso que le llevó más de seis meses, en donde trabaja con la colección tipo de copépodos, denominación que reciben los organismos que se obtuvieron, en su momento, para la descripción e identificación de la especie.

“Mi estancia está siendo muy productiva, hay muchos organismos por revisar”, menciona con un dejo sonriente, al sentirse en el mejor lugar para sus objetivos, en el sitio que a nivel mundial tiene las colecciones de especímenes tipo de zooplancton (y muchas más especies) más grande del mundo.

“Incluso me entero de que hay convocatorias para la realización de posdoctorados”, señala como visualizando cuál será su destino, una vez que culmine el doctorado en Desarrollo Sostenible en UQRoo.

A Sarahi le interesa todo lo relativo a los copépodos, en especial una que fue descrita hace ya más de 100 años, en 1907, y que está en este Museo de Historia Natural, lo que le permite revisarlo y hacer el análisis a nivel taxonómico de la especie y, con ello, poder trabajar en diferentes proyectos de difusión de la ciencia, como son nuevas publicaciones, además de poder trabajar en poner en orden la taxonomía y las descripciones de los organismos con que trabaja, todo bajo la supervisión del Dr. Chad Walter, un copepodólogo reconocido a nivel internacional, quien salió voluntariamente de su jubilación para apoyarla a ella y a otro planctólogo, quien también llegará este verano a Washington.

Son muy pocos los investigadores que trabajan con zooplancton a nivel mundial, por lo que el poder estar con el doctor Walter, especialista en una especie de copépodos (el Pseudodiaptomus), miembro de la Asociación Mundial de Copepodólogos, significa mucho para Sarahi, ya que le ha ayudado sobre todo en lo que se refiere a los aspectos taxonómicos.

“Las colecciones de organismos no están aquí en el Museo”, relata, sino que ha tenido que viajar a Maryland, al Centro de Apoyo del Museo de Historia Natural, en donde se resguardan los colecciones de organismos, desde los más pequeños, como los copépodos, hasta grandes mamíferos actuales y del pasado.

De ahí las lleva al museo, en donde el Dr. Walter le ha facilitado el acceso los laboratorios, a los microscopios y a los diferentes equipos para hacer el trabajo de análisis morfológico y taxonómico de los especímenes tipo de copépodos.

A sus 27 años, Sarahi Jaime se ha convertido en un modelo a seguir en materia de trabajo de investigación, de difusión de la ciencia y un ejemplo vivo que, en la UQRoo, se trabaja en la formación de nuevos cuadros de investigadores de alto perfil, para la generación de nuevo conocimiento, parte sustantiva de nuestra universidad.