María Cristina inició su charla destacando la riqueza cultural y natural de Colombia, presentando a su país como un lugar lleno de diversidad y tradiciones únicas. Desde la calidez de su gente hasta las bellezas geográficas, su exposición nos transportó a un lugar vibrante y colorido.

Asimismo, abordó los desafíos culturales que enfrentó al llegar a México, como las diferencias en costumbres, gastronomía, dinámicas sociales y académicas, pero también resaltó cómo estas experiencias le permitieron crecer y adaptarse tanto a nivel personal como profesional. Expresó lo gratificante que resultó esta movilidad internacional, no sólo por las oportunidades académicas que encontró, sino también por el aprendizaje cultural que le permitió ampliar su visión del mundo.

La plática fue un recordatorio inspirador de los beneficios de las estancias internacionales y de cómo, la colaboración entre países como México y Colombia puede fortalecer la educación superior y fomentar una comunidad global más unida y enriquecida por la diversidad.

María Cristina invitó a la reflexión sobre el impacto positivo que esta movilidad tuvo en su vida. No sólo logró fortalecer sus habilidades académicas, sino que logró desarrollar una perspectiva más amplia y empática hacia otras culturas. Expresó su gratitud por la calidez y hospitalidad mexicana, destacando que esta experiencia fue un puente para construir relaciones internacionales que trascienden fronteras.

Al cerrar su plática, coordinada por la Dra. Tanya Gabriela Makita Balcorta, de la División de Administración Turística y Mercadotecnia, adscrita al Campus Cancún, hizo un llamado a los estudiantes presentes para aprovechar las oportunidades existentes, recordando que las movilidades y estancias internacionales no solo enriquecen a quienes los viven, sino también a las comunidades que los reciben, creando lazos de cooperación y entendimiento que fortalecen la educación global.