Estudio de ecosistemas subterráneos es todo un desafío científico

El investigador realiza estudios del Cenote Aerolito de Cozumel y en diferentes cenotes de la Península desde hace varios años

11 febrero 2025
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Con un homenaje al Dr. Luis Manuel Mejía Ortiz, como uno de los investigadores de cavernas más importantes de México, previa a su presentación, el doctor Fernando Calderón Gutiérrez, de la Universidad de Texas A&M, señaló existen grandes desafíos al estudiar los ecosistemas subterráneos, entre ellos la dificultad de separar el ADN exógeno del ADN específico de la cueva y la falta de bases de datos genéticas integrales para los organismos de las cuevas.

Al dar la charla “Estuario subterráneo de la Península de Yucatán”, organizada por la División de Ciencias Multidisciplinarias Cozumel, a través de la Secretaría de Investigación y Extensión, ante un público especializado que se dio cita en el auditorio universitario del Campus Cozumel, el investigador mexicano de la Universidad de Texas A&M en San Antonio, Texas, explicó detalles que no hay que dejar pasar al momento de hacer una investigación en ecosistemas subterráneos.

Destacó como ejemplo que, en 2015, al analizar el impacto de un evento de precipitación en el cenote Aerolito, que causó una caída significativa en la haloclina (capa de agua en la que la salinidad cambia de manera abrupta, separando dos cuerpos de agua), vieron que este evento trajo la muerte de muchos organismos. Sin embargo, el estudio encontró que la comunidad de la cueva era resiliente, y la fauna de la cueva adaptada (estigobionte) no mostró cambios significativos.

Asimismo, Calderón Gutiérrez presentó algunos ejemplos del uso del análisis genético para identificar y estudiar especies, particularmente en el contexto de organismos que habitan en cuevas en la península de Yucatán y Cozumel, señalando que existen grandes desafíos si sólo se usan métodos taxonómicos tradicionales y el potencial del análisis genético para revelar especies crípticas e identificaciones erróneas.

Ante esto, puntualizó que se debe de priorizar el uso de códigos de barras de la vida, que es el análisis del ADN y secuenciación del genoma completo para identificar especies, incluido el descubrimiento de múltiples especies crípticas.

El investigador de la Universidad de Texas A&M destacó el potencial de los pseudogenes para confundir la identificación de especies y el uso del descifrado del genoma para superar este desafío, explicando que hay que entender que, para estudiar un cenote, por ejemplo, se usa su entrada, donde hay mayor contaminación por lluvias, entrada de materias orgánicas y muchos elementos más, por lo que los estudios deben de ser muy cuidadosos ante estos factores exógenos.

El investigador mexicano, considerado uno de los más importantes del orbe en este tipo de ecosistemas, enfatizó la importancia de la comunicación y la colaboración en la investigación científica, abogando por el intercambio de datos y la necesidad de más investigación para comprender el impacto de las actividades humanas en estos ecosistemas vulnerables.

“Si ustedes no son buenos comunicadores está bien, no todos lo tienen que ser. Pero, si no los son vayan y busquen un reportero, vayan a alguien que le guste dibujar y háblenles de su proyecto y van a ver que se va a poder hacer muy buena comunicación”, puntualizó

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