En el marco de una conferencia magistral organizada por la Universidad Autónoma de Quintana Roo, la Dra. María del Carmen Juárez Gutiérrez, investigadora de la UNAM, ofreció una profunda reflexión sobre la evolución y los desafíos actuales de la geografía de la población, una disciplina clave para entender las transformaciones sociales, económicas y territoriales del mundo contemporáneo. La doctora María del Carmen Cuárez Gutiérrez es doctora en geografía por la UNAM, es SNII desde 1999. Es investigadora titular del Instituto de Geografía y profesora de asignaturas en las materias de Geografía de México 1 y 2, e Historia de la Geografía 1 en el Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es profesora del posgrado también de Geografía, de la materia de Geografía del bienestar social y de la pobreza.
La Dra. Juárez trazó un recorrido histórico que inicia con los estudios ecológicos de Federico Ratzel en el siglo XIX, pasando por la escuela francesa de Vidal de la Blache, hasta llegar a los enfoques cuantitativos y críticos del siglo XX. Subrayó cómo la geografía de la población ha evolucionado desde una visión descriptiva hacia un enfoque riguroso, apoyado en la demografía, la estadística y la teoría social. “Hoy hablamos de una disciplina plural, que se adapta a los problemas específicos de cada país”, señaló la académica.
Uno de los ejes centrales de la conferencia fue la teoría de la transición demográfica, que explica cómo las sociedades pasan de altas tasas de natalidad y mortalidad a un crecimiento poblacional casi nulo. A esta teoría se suma la transición epidemiológica, que analiza el cambio en las causas de mortalidad: de enfermedades infecciosas a crónico-degenerativas, como la diabetes y las cardiovasculares. Ambas transiciones, explicó la doctora, son fundamentales para entender fenómenos como el envejecimiento poblacional, la presión sobre los sistemas de salud y pensiones, y la necesidad de infraestructura adaptada.
La Dra. María del Carmen Juárez destacó que el siglo XXI ha traído consigo un nuevo paradigma: el de los riesgos y la incertidumbre. Factores como la migración internacional, la inserción laboral de las mujeres, el aumento del divorcio y la soltería, así como el envejecimiento acelerado, están reconfigurando la estructura social y espacial de las poblaciones. “La política pública debe anticiparse a estos cambios, no reaccionar cuando los problemas ya están encima”, advirtió.
Durante la sesión de preguntas, surgió un tema curioso pero revelador: el fenómeno de los “perrijos”, o la sustitución de hijos por mascotas. Aunque no abordado directamente en la conferencia, este fenómeno refleja cambios culturales profundos en la estructura familiar y las decisiones reproductivas, que merecen atención desde la geografía social y la demografía.
La geografía de la población no solo estudia cuántos somos y dónde vivimos, sino cómo vivimos, nos movemos y envejecemos. En un mundo marcado por la incertidumbre, esta disciplina se vuelve esencial para diseñar políticas públicas más justas, sostenibles y humanas.
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