La obra reúne diez capítulos con estudios empíricos realizados en países como Brasil, Venezuela, Ecuador, Argentina, México, Chile y Colombia. En conjunto, los textos invitan a repensar el inglés no como una lengua nativa estandarizada, sino como una herramienta pluricéntrica moldeada por hablantes multilingües. Uno de los aportes más relevantes del libro es su análisis crítico sobre las implicaciones ideológicas de reproducir enfoques coloniales en la enseñanza del inglés como lengua extranjera.

Durante la presentación, el diálogo con la audiencia fue activo y enriquecedor. Destacó la participación de estudiantes de la Licenciatura en Lengua Inglesa, quienes expresaron su entusiasmo por conocer una propuesta académica que desafía las formas hegemónicas de entender y enseñar el inglés, muchas veces asumidas como únicas o correctas sin cuestionar su origen ni sus implicaciones sociales.

El evento fue organizado por el Cuerpo Académico en Lenguas, Educación y Cultura (CALEC), y concluyó con un ambiente de entusiasmo y apertura hacia nuevas formas de concebir el papel del inglés en las realidades educativas de América Latina.

La publicación no solo enriquece el debate académico, sino que también sienta un precedente importante en la articulación entre investigación crítica y prácticas pedagógicas con sentido social.